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Los clichés sobre los franceses: ¿cómo distinguir lo verdadero de lo falso?

Les stéréotypes français

Amantes incondicionales de la baguette y el queso, poco trabajadores, quejosos y arrogantes, pero también elegantes y gourmet. Lo has adivinado: se trata de los famosos clichés sobre los franceses. De hecho, muchas ideas preconcebidas, a menudo contradictorias, están fuertemente asociadas a los habitantes de Francia.

¿Por qué son tan persistentes? ¿Qué factores históricos explican la existencia de los estereotipos? ¿Cómo se sitúan frente a sus vecinos europeos? Solo tienes que preguntar a un grupo de extranjeros qué clichés asocian a los franceses.

¡Te sorprenderás! Tras una breve reflexión, verás que muchas ideas, más o menos justificadas, se repiten frecuentemente.

El cliché francés en pocas palabras:

Si tuviéramos que resumir los prejuicios más comunes sobre los franceses, obtendríamos lo siguiente:

- En cuanto a la vestimenta, el francés típico lleva una boina, un pañuelo rojo y una camiseta de rayas llamada "marinière".
- A los franceses les gusta pasearse con una baguette bajo el brazo porque la comen a diario sin moderación.
- La cocina y las comidas tienen un lugar muy importante en su vida. Francia es el país del queso, el vino tinto, los caracoles y las ancas de rana.
- Los franceses trabajan poco, adoran las vacaciones y disfrutan haciendo huelgas por cualquier motivo.
- Las francesas representan cierta elegancia, cuidan su figura y aman la alta costura.
- Los franceses, especialmente en París, no son el modelo de cortesía: son muy directos, incluso arrogantes y condescendientes, sobre todo con los turistas.
- Los franceses son galantes y muy románticos.
- No son conocidos por su higiene, de ahí su gran amor por el perfume.
- No se destacan por su dominio de lenguas extranjeras.
- Refinado y curioso, el francés ama la literatura, los "cafés filosóficos" y los debates interminables para cambiar el mundo.

Cada estereotipo francés tiene algo de verdad

Sobre la baguette: en Francia existen unas 35.000 panaderías que venden casi seis mil millones de baguettes al año. Es decir, aunque el consumo de pan disminuye cada año, ¡los franceses no están listos para renunciar a su sagrada baguette! En Europa, no son los mayores consumidores de pan. Alemanes, búlgaros, serbios, chipriotas y griegos los superan.

Con 85 kg por persona al año, los alemanes lideran frente a los modestos 58 kg de los franceses. En cuanto a los hábitos culinarios franceses, es cierto que las comidas son un momento privilegiado. En Francia, a diferencia de Alemania o Suiza, la pausa del almuerzo puede durar más de una hora, incluso una hora y media.

La gastronomía francesa (especialmente la repostería) es reconocida mundialmente. Sobre las famosas papas fritas, no se sabe con certeza si fueron inventadas por los franceses o los belgas. Decir que los franceses trabajan poco es exagerado. Es verdad que la jornada laboral legal es de 35 horas por semana (menos que en Alemania o EE.UU., con 40 horas),

pero los franceses son un 15 % más productivos que los alemanes y tienen cinco semanas de vacaciones pagadas al año, como muchos otros países. ¿Amantes del queso? ¡Sin duda! Con más de 26 kg por persona al año, son líderes indiscutibles.

En cuanto al apodo de "comedores de ranas" que les dan los británicos, no parece justificado. Las ancas de rana se consumen sobre todo en festividades o en restaurantes. También se comen en Luisiana, el Caribe, Quebec y algunos países africanos. Así que no es una característica exclusivamente francesa.

Todo cliché tiene un origen histórico

Así como existen clichés nacionales, también hay regionales. Si has visto la película "Bienvenue chez les Ch’tis", los habitantes del sur de Francia tienen ideas preconcebidas sobre el clima y la mentalidad de los del norte (anteriormente Nord-Pas-de-Calais). En la película, creen que siempre hace frío y llueve, aunque Bretaña, Normandía o la región de París tienen un nivel de sol similar. Sin mencionar los demás estereotipos que asocian esa región a la tele realidad, las minas de carbón o el alcohol.

Quien haya pisado Francia habrá notado que los franceses con boina y camiseta a rayas son una minoría. La boina la usan principalmente los bearneses y los vascos. También son famosos los boinas verdes de la legión extranjera y los grandes boinas de los cazadores alpinos.

La marinière era más típica de los bretones. A menudo se les percibe como tercos. El bretón típico rechaza la autoridad externa (¿Acaso no es Astérix, el galo rebelde, bretón?). Si los bretones defienden su idioma y están orgullosos de su bandera, es porque han sido víctimas de prejuicios a lo largo de la historia.

Hoy, la palabra "plouc" es un término peyorativo que designa a una persona ruda, torpe o mal vestida. Algunos historiadores piensan que los parisinos la usaban a principios del siglo XX para referirse a los bretones que venían a buscar trabajo a la capital.

Cada uno de nosotros tiene opiniones preconcebidas sobre diferentes grupos. Y los franceses no escapan a esta regla. Algunos estereotipos sobre los franceses son tan exagerados que hacen reír, mientras que otros están cerca de la realidad y tienen una explicación lógica. Para comprobar la veracidad de estas ideas, no hay nada mejor que hacer una estancia lingüística en Francia para adultos. Es el momento perfecto para aprender francés en Francia y vivir una experiencia lingüística en Francia.

Foto de @Darren Coleshill


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