El corazón de la ciudad late desde siempre en la vieja Niza, el lugar preferido por los amantes de la noche, si bien otros barrios compiten ahora por este rol, como el de La Libération, que destaca también por su otro mercado popular, o el barrio entre la plaza Garibaldi y el puerto con la plaza del Pin, ahora considerado como el pequeño Marais de Niza.
Niza brilla por el ambiente de sus barrios y por la riqueza que posee, como la arquitectura de la belle époque y los tesoros barrocos que se esconden por toda la ciudad, así como también por la diversidad de su oferta cultural.
La capital de la Costa Azul ha visto como grandes nombres de la pintura moderna pasaron por ella. A día de hoy, el Museo Matisse y el Museo Chagall son testigos de ello, al igual que el MAMAC, el museo de arte moderno de la ciudad. Teatros, salas de conciertos, cines y la ópera ofrecen diariamente un programa cultural de alta calidad que atrae a la población de Niza y a sus visitantes, así como a los habitantes de Antibes (20 km), Cannes (30 km) y Menton (30 km).
Niza es sobre todo una ciudad donde se vive bien, es una de las ciudades con más árboles de Francia y presume de una red muy desarrollada de carriles bici, así como de una red de tranvías moderna y eficiente. La capital de la Costa Azul ha visto como grandes nombres de la pintura moderna pasaron por ella. A día de hoy, el Museo Matisse y el Museo Chagall son testigos de ello, al igual que el MAMAC, el museo de arte moderno de la ciudad. Teatros, salas de conciertos, cines y la ópera ofrecen diariamente un programa cultural de alta calidad que atrae a la población de Niza y a sus visitantes, así como a los habitantes de Antibes (20 km), Cannes (30 km) y Menton (30 km). Niza es sobre todo una ciudad donde se vive bien, es una de las ciudades con más árboles de Francia y presume de una red muy desarrollada de carriles bici, así como de una red de tranvías moderna y eficiente.