Ofrecer a un hijo una estancia lingüística es darle la oportunidad de crecer, abrirse al mundo y vivir una experiencia enriquecedora. Lili Juliette, de 15 años, participó en nuestro programa Cannes Essentiel en el verano de 2023. Su madre compartió con nosotros sus impresiones tras esta experiencia inolvidable en la Costa Azul.
Entre clases de francés, actividades al sol y nuevas amistades, descubre su testimonio inspirador.
Nuestra hija adolescente participó en el Centre International d’Antibes durante dos semanas en el verano de 2023 y quedamos encantados con la experiencia, ¡tanto que regresará por otras dos semanas en 2025!
Fue la primera vez que estuvo tanto tiempo lejos de casa, y al principio parecía echar de menos a la familia, por la frecuencia con la que nos escribía. Pero con todas las actividades emocionantes y el grupo internacional, no nos sorprendió ver cómo los mensajes disminuían, sustituidos por fotos llenas de alegría.
Entre sus actividades favoritas: arborismo, muchas salidas a la playa, visita a Antibes con parque acuático, vela (dos veces) y fuegos artificiales por la noche. Bueno, eso fue una coincidencia — su estancia coincidió con un festival — ¡pero Cannes está llena de sorpresas!
También le gustó mucho el equipo en el sitio, amable y lleno de energía ("los monitores"). Además de las actividades organizadas, le encantó tener tiempo libre para disfrutar de las excelentes instalaciones deportivas y de ocio con sus nuevos amigos: ping-pong, fútbol y, por supuesto, la piscina del campus.
En cuanto a las amistades, todavía mantiene el contacto con varios jóvenes que conoció allí. Al año siguiente, participó en otro programa lingüístico con algunos de ellos, en otra ciudad francesa. Esta comparación nos hizo apreciar aún más la calidad del Centre International d’Antibes, especialmente por su comunicación por correo electrónico y la atención al detalle. A nuestra hija también le pareció muy positivo que las actividades fueran obligatorias: eso fomenta la cohesión del grupo y facilita conocer a los demás. En el segundo campamento había más libertad, lo que generaba más dispersión e incluso cierta sensación de soledad a veces.
También hay que decir que Cannes es una ciudad preciosa donde uno se siente seguro — algo que notó especialmente en comparación con la otra ciudad donde estuvo.
Para ser justos, hubo un pequeño problema al llegar: no podía cerrar su armario, lo que le provocó un poco de estrés la primera noche. Pero en cuanto lo comentó al equipo al día siguiente, se resolvió enseguida.
Por último, como padres, teníamos otro objetivo: que mejorara su nivel de francés. Y también lo conseguimos. El mayor beneficio de esta estancia fue su aumento de confianza al hablar, el hecho de atreverse a expresarse y utilizar el vocabulario que ya conocía — ¡un gran paso en el aprendizaje de una lengua! Hoy, el francés es una de sus asignaturas fuertes y, con este nuevo viaje previsto, no tenemos duda de que pronto alcanzará el nivel B1. ¡Todo un éxito!
Con su entorno privilegiado entre el mar y las palmeras, su equipo de animadores y sus actividades organizadas, el programa Cannes Essentiel ofrece mucho más que una simple estancia lingüística. Es una experiencia humana, cultural y educativa que permite a los adolescentes desarrollarse, crear lazos duraderos y ganar confianza con el francés.
Como Lili Juliette, una joven británica, muchos otros regresan a casa con recuerdos inolvidables. Ya sea por la calidad de la enseñanza, la variedad de actividades o el ambiente, Cannes Essentiel es la opción ideal para aprender francés en Francia mientras se disfruta de un verano inolvidable en la Costa Azul.
