Fundada en 1988, nuestra escuela de francés en París está situada en el barrio de los Grandes Bulevares, cerca de la Ópera, el Louvre, el Centro Beaubourg y los grandes almacenes. Es definitivamente el lugar ideal para estudiar francés en París con un alojamiento en pleno corazón de la capital.
En sus 30 años de experiencia, la escuela ha recibido a 60 000 estudiantes de 60 nacionalidades deseosos de estudiar y de hacer cursos de francés en París.
París, la capital de Francia, alberga numerosas actividades culturales, museos y restaurantes gourmet. No te faltarán cosas que hacer durante tu estancia lingüística en París. Te invitamos a la Ciudad de la Luz, donde podrás aprender francés fácil y rápidamente.
20 clases de 45 minutos por semana
Cursos intensivos por la mañana, de 09:00 a 12:00 o 13:00, según el número de clases elegidas, impartidos en grupos de hasta 14 alumnos, que dejan a los participantes tiempo para explorar la ciudad en la segunda mitad del día.
20 clases de 45 minutos por semana
La escuela también ofrece talleres de preparación para el DELF, dos veces por semana por la tarde, que se suman a las clases de la mañana. También ofrece un programa de francés de negocios por la mañana o por la tarde, que puede adaptarse a los horarios de los estudiantes.
Disfrutarás de las mejores condiciones para estudiar francés en París, en esta escuela situada en los Grandes Bulevares, privilegiado enclave en el corazón de la capital francesa. Un edificio típicamente parisino te dará la bienvenida.
Además, nuestra escuela de francés asociada en París cuenta con 20 aulas equipadas con modernos materiales audiovisuales, un comedor y una agradable zona de descanso.
Para tu estancia en París, ofrecemos una amplia gama de alojamientos que se adaptan a todas las edades y presupuestos. En función de tus criterios de selección, puedes elegir un hotel, una residencia hotelera o de estudiantes, o puedes optar por alojarte con una familia anfitriona parisina.
Estos alojamientos han sido cuidadosamente seleccionados para tu comodidad, teniendo en cuenta la distancia a la escuela y las facilidades para llegar a ella
La ciudad de París es una visita obligada para cualquier persona que esté aprendiendo francés o para quienes quieran aprender más sobre la cultura francesa. Ciudad romántica por excelencia, la Ciudad de la Luz tiene muchos atractivos. Aprender francés en París te permite equilibrar ocio y aprendizaje, combinando la adquisición de un idioma con el descubrimiento de aspectos culturales.
Muchos escritores vivieron en la capital francesa, entre ellos Víctor Hugo, que decidió instalarse allí en 1832 y vivir en un apartamento de la Place des Vosges hasta 1848. Al final de su vida, Boris Vian, el famoso autor de La espuma de los días, eligió el distrito XVIII como su lugar de residencia. Voltaire, Marcel Pagnol y Romain Gary también se dejaron seducir por el estilo de vida parisino. Emile Zola y Alexandre Dumas (hijo) nacieron en el distrito II.
¡Estas características definen a la perfección a la ciudad de París! No olvidemos que la capital sigue siendo la meca de la alta costura. Jean-Paul Gaultier, Dior, Givenchy, Yves Saint Laurent, Hermès o Lanvin tienen numerosas boutiques en los Campos Elíseos o en la prestigiosa avenida Montaigne. Si te atrae el sector del lujo, París es también una opción muy relevante.
No hay problema, París ofrece muchos lugares perfectos para caminar o correr. El jardín de las Tullerías, el jardín de Luxemburgo, el parque de Montsouris o los muelles del Sena son lugares ideales para estas actividades.
Como bien sabrás, París es la sede de la prestigiosa Universidad de la Sorbona. Además de la Sorbona, la ciudad también cuenta con otros centros de enseñanza superior, como la Escuela Politécnica, la Escuela Nacional de Administración (ENA), HEC, Ciencias Políticas, la Escuela Normal Superior, etc.
La oferta es muy amplia: escuelas de periodismo, de publicidad, de ingeniería, de hostelería, de cine, etc. La ciudad más hermosa del mundo (¡sí, podemos decirlo!) es también un centro económico y financiero de gran importancia a nivel europeo y mundial. Es una buena noticia, porque todos sabemos que un diploma de francés es una ventaja en un CV y ofrece oportunidades en muchos campos (turismo, diplomacia, etc.)
Si estudias francés o si quieres perfeccionarlo, no solo es porque amas la lengua francesa, sino también el estilo de vida francés, que destaca especialmente por otorgarle a los placeres del comer un protagonismo significativo. Y es que París es, además, un lugar ideal para conocer y apreciar la gastronomía francesa.
Tendrás la oportunidad de estar cerca de museos como el Centro Pompidou, que ofrece obras de Matisse, Ernst, Braque o Dubuffet. Además, hay muchos museos gratuitos y exposiciones de acceso abierto. No te olvides de visitar el Louvre, el museo de Orsay y el museo del muelle Branly. Y si la idea de recorrerte los pasillos de los museos no te atrae demasiado y prefieres irte a Disneylandia, ¡no hay problema! Si vienes para desarrollar tus competencias en el idioma de Molière, ten cuidado de no dejarte distraer por las muchas tentaciones que ofrece la capital y sus alrededores. Habrá quien te dirá que nada supera la tranquilidad de las provincias, que París es una ciudad ruidosa, que la vivienda es muy cara, que los habitantes son más bien arrogantes, que se pierde mucho tiempo en los atascos y que el aire limpio es una rareza.
Otras malas lenguas te recordarán que los Campos Elíseos no solo son famosos por sus tiendas de lujo, sino también por los conflictos de las manifestaciones de los miembros del movimiento de los chalecos amarillos. El aspecto positivo es que, al escuchar sus eslóganes, tendrás la gran suerte de ampliar tu vocabulario tanto en a nivel de argot como de habla informal... En cuanto al clima, París disfruta de mil setecientas horas de sol al año. Eso sí, ¡en Niza hay más de mil horas más! Tú eliges. ¿Te dijeron que había vino en París? No te han engañado, pero las viñas de Montmartre no dan un Saint-Emilion o un Pétrus. En cuanto a la comida, grandes chefs como Christian Le Squer, Michel Rostang, Alain Passard o Joël Robuchon hacen de París un lugar de prestigio.
Cabe destacar que, entre los platos y productos típicos parisinos, también hay espacio para productos sencillos como el milhojas, el croque-monsieur, el brie, los champiñones y el jamón de... París. La cocina de los bistrots y las brasseries también es digna de mención. Hablando de gastronomía, ciudades como Lyon o Burdeos también merecen una escapada. París tiene más de ciento diez nacionalidades diferentes, pero no debes perder de vista que hablar francés todo el día es una condición necesaria para progresar. No importa lo complicado que pueda parecerte acercarte a los parisinos debido a sus vidas ajetreadas: depende de ti desplegar la energía necesaria para conocerlos. Entonces comprenderás que el esnobismo y la arrogancia son meros estereotipos.
Por último, aprender francés en Paname (el nombre de París en argot) no debería impedirte descubrir otros acentos más adelante, como el acento cantarín del sur, el acento ch'ti o el acento suburbano. Para hacerse una idea del acento «parigot» y descarado de Belleville o Ménilmontant, hay que volver a escuchar las canciones de Edith Piaf y Renaud o repasar las películas de Jean-Paul Belmondo, Jean Gabin, André Pousse o Arletty. Hoy en día, la dicción parisina es más neutra porque los dialectos que existían en París se han ido conformando progresivamente al francés estándar. En todo caso, París es una ciudad con muchas facetas artísticas, culturales y lingüísticas, ¡mejor para todos!