La primera pregunta que debes plantearte al aprender un idioma en casa es si te sientes capaz de hacerlo por tu cuenta. ¿Aprender desde casa es una de las formas más eficientesde aprender francés más rápido? ¿Es imprescindible contar con un coach presencial o tutor? ¿Es realmente necesaria una gran autodisciplina para estudiar en casa?
En 1999, Elliott Masie definió el “e‑learning” como el uso de “tecnología de red para diseñar, impartir, seleccionar, administrar y compartir el aprendizaje”. Aprender francés desde casa incluye tanto el estudio totalmente autónomo mediante aplicaciones dedicadas como el aprendizaje con un tutor online.
La crisis sanitaria provocada por el Covid‑19 nos llevó a invertir en equipo para el e‑learning (webcam, auriculares, ordenador, software…). Sería una pena dejar de aprovechar esas herramientas. Aprender francés en línea permite conectar con hablantes nativos de todo el mundo sin salir de casa.
Además, dejando de lado las dificultades iniciales, el aprendizaje online nos ha ahorrado tiempo al eliminar desplazamientos entre el hogar y el lugar de estudio o trabajo: ¡adiós atascos y esperas en el transporte público! Solo necesitas conexión a internet y un dispositivo digital (ordenador, tableta o smartphone).
El primer paso es utilizar herramientas digitales para conocer tu nivel actual. Hacer una prueba en línea te permitirá medir tus progresos. Sé honesto contigo mismo durante esta primera evaluación: respeta el tiempo establecido y no consultes un diccionario o el resultado será inexacto.
Adopta buenas costumbres desde el principio. Estudia a diario o a horas fijas y toma descansos periódicos. Presta atención a señales como bostezos repetidos, ojos irritados o tensión en el cuello. Es fundamental crear un entorno de estudio cómodo y bien organizado. Por último, evita distracciones como consolas o teléfonos móviles.
Existe una gran variedad de recursos gratuitos para aprender o mejorar tu francés. La web "Le Français et Vous", actualizada regularmente por profesores del Centre International d’Antibes, ofrece actividades online de vocabulario, fonética y gramática tanto para principiantes como para estudiantes avanzados.
Dirigido a estudiantes y docentes, este sitio también ofrece información sobre novedades literarias, musicales y cinematográficas de Francia.
Si un amigo te pregunta: “¿Cómo aprender francés en línea desde casa?” podrías contestarle: “¡Buscando los recursos adecuados!” Por ejemplo, las canciones ayudan a trabajar la pronunciación y comprensión auditiva. Como las letras están disponibles online, puedes comprobar si has entendido bien. Para encontrar la canción perfecta, “Paroles de clip” de TV5Monde reúne muchas propuestas en francés.
“TV5Monde” y “RFI” también ofrecen actividades de comprensión oral en forma de vídeos o extractos de programas de radio. Escucha dos veces, responde al cuestionario y revisa tus respuestas con el guion o la transcripción. Del mismo modo, “Euronews” presenta noticias a menudo acompañadas de transcripción, lo que es muy útil para mejorar la pronunciación. Por último, series francesas como *Lupin*, *Call My Agent!*, *La Révolution*, *Family Business*, *Caïd* o *Marseille* ofrecen entretenimiento mientras potencias tu comprensión oral.
No olvides los libros digitales gratuitos. ¿Pero cuáles son los mejores libros para aprender francés? Algunos sitios como la biblioteca digital de TV5Monde, Project Gutenberg, la biblioteca francófona digital o Gallica permiten acceder a grandes obras de la literatura francesa.
Pide a alguien cercano (amigo, vecino…) que te repase las lecciones de gramática o el vocabulario que has aprendido. Estudiar con alguien de confianza te hará sentir más seguro, ya que a veces el juicio ajeno puede frenarte al hablar. Las apps como Duolingo son entretenidas y adecuadas para niveles principiantes e intermedios.
Aprender francés de forma autónoma no implica necesariamente estar solo. Es útil unirse a grupos en redes sociales o foros. Compartir experiencias y logros con personas que tienen el mismo objetivo puede ayudarte a mantener la motivación.
Este trabajo colaborativo es fundamental y ahorra tiempo al compartir recursos (sitios web, blogs, apps…) que han sido efectivos para otros estudiantes. Formar un “tándem” o interactuar con un hablante nativo puede ser un aprendizaje mutuo: cada uno habla en la lengua meta mientras su compañero corrige, aprovechando ambos sus competencias lingüísticas maternas.
Y para quienes deseen ir más allá, nada mejor que una estancia lingüística estructurada: ya sea a través de un programa junior o adulto, nuestros cursos en el Centre International d’Antibes te permiten avanzar mientras vives una experiencia enriquecedora e inmersiva.