La Fiesta de la Música marca tradicionalmente el primer día del verano, que también es el día más largo del año. Es un momento muy especial: el 21 de junio, cualquier persona puede tocar música libremente o asistir a conciertos gratuitos.
¿Sabías que cada año en Francia se celebran más de 18.000 conciertos de todos los estilos musicales en este día? Y no solo en Francia. De hecho, esta fiesta popular del solsticio de verano, creada en 1982, es conocida internacionalmente como el “Día Mundial de la Música”. Desde 1997, existe incluso una Fiesta Europea de la Música. En muchos países el lema es “Make music!”, mientras que en Francia el juego de palabras es: “Faites de la musique!” (¡Haz música!).
Este momento de libertad y de compartir entusiasma a las grandes ciudades: más de 340 ciudades en todo el mundo celebran juntas la música. Entre ellas están Nueva York, Ciudad de México o Berlín. La idea es que las personas olviden las tensiones sociales y las preocupaciones del día a día. Pero también se trata de reunir a personas de todos los orígenes y clases sociales, ya que la música crea vínculos entre los pueblos. Conciertos gratuitos al aire libre, carpas desmontables o actuaciones callejeras: hay muchísimas posibilidades. Otros prefieren escenarios en plazas públicas o conciertos improvisados en estaciones. Además, muchos bares y restaurantes invitan a artistas por una noche. Profesionales o aficionados, todos son bienvenidos y aprovechan esta jornada para darse a conocer. Si tocas un instrumento o te gusta cantar, ¡es una gran oportunidad para ti! No olvides informarte sobre las posibles normas de seguridad y trata de no molestar a los vecinos. Para eso, puedes contactar con el ayuntamiento de tu ciudad. ¡Nos vemos el 21 de junio!
En esta época, Antibes se convierte en un auténtico escenario al aire libre. Los
estudiantes en estancia lingüística tienen la oportunidad de sumergirse en el ambiente festivo participando en numerosas actividades en las calles: conciertos al aire libre, jam sessions, espectáculos improvisados, danza, bandas de música y mucho más. Es la ocasión ideal para practicar francés en un contexto real, conocer gente local y descubrir la cultura musical francesa en un ambiente cálido y soleado.