Los alumnos que estudian francés en Francia o en sus países de origen a menudo se preguntan qué libros leer para mejorar su nivel lingüístico y conocer mejor la cultura del país. ¿Pero por qué la literatura es tan importante para aprender la lengua francesa y qué ejemplos de lectura dar?
Obviamente, la lectura mejora tu comprensión de los documentos escritos y te incita a investigar el sentido de aquellas palabras francesas que no conozcas, o a volver a leer las partes que no te parecen muy claras. Además, como una novela incluye intrigas y peripecias, esto estimula la lectura, ya que se quiere conocer el desenlace y el final de la historia. Además, hoy en día muchas webs de Internet permiten escuchar extractos de obras importantes de la literatura francesa. Resulta muy útil para descubrir obras o para mejorar la comprensión oral. Por último, al leer a los escritores franceses famosos, descubrirás poco a poco un estilo y un vocabulario que te servirán para las redacciones en el futuro.
El estudio del francés ha de ser vivaz y hay que seleccionar un libro que guste. Por eso, no dudes en cambiar de obra si ves que el libro que estás leyendo no se corresponde con tus gustos. Por cierto, ¿por qué tipo de novelas optar? Es difícil de decir, hay tanto donde elegir...El Principito de Saint-Exupéry o el Pequeño Nicolás de Sempé y Goscinny son unos imprescindibles para los más jóvenes. También citaremos Zazie en el metro de Raymond Queneau. Considera también al autor de Antibes Guillaume Musso: es muy famoso en Francia. Viernes o la vida salvaje de Michel Tournier o, más complicado, el Extranjero de Camus son lecturas que te gustarán seguro. Para los amantes de la Provenza, El manantial de las colinas (Jean de florette) y, por lo general, cualquier obra de Marcel Pagnol, serán toda una satisfacción. En cuanto a Maupassant, se trata de un narrador apasionante. Por último, más por nuestra época, las novelas de Amélie Nothomb o de Anna Gavalda pueden ser buenas opciones. Corre a la librería más cercana o a tu biblioteca favorita y disfruta de la lectura.
A propósito del Centre International d'Antibes