El idioma francés nunca dejará de sorprendernos por su riqueza. Para quienes toman cursos de francés para adultos o se interesan por la cultura francesa, el francés se ha enriquecido a lo largo de su historia con una multitud de términos y expresiones. Por eso, te invitamos a un viaje a través de quince palabras particularmente extrañas y difíciles de pronunciar. Estos términos ilustran toda la creatividad de nuestro idioma, al igual que las expresiones idiomáticas o el humor. Desde la política hasta las tradiciones populares, pasando por la literatura y la vida cotidiana, estas palabras extrañas en francés, que se salen de lo común, cuentan mucho más que su simple definición.
Este término marcó la política francesa durante una entrevista con el presidente Jacques Chirac. Significa "algo extraño y complicado hasta el punto de ser incoherente" y tiene sus raíces en la fórmula mágica "abracadabra". Creado por Arthur Rimbaud, nos enseña que las palabras más sorprendentes pueden alcanzar su momento de gloria, como podrás aprender en la mejor escuela de francés en Francia.
Con sus veinticinco letras, este término se impone como la palabra más larga oficialmente reconocida del idioma francés. Significa "de una manera contraria a la constitución" y demuestra un buen conocimiento de la cultura francesa para quienes saben usarla. Aunque rara vez se emplea en el lenguaje cotidiano, esta palabra es un clásico de los juegos lingüísticos apreciados por los estudiantes y profesores del campus de francés en Antibes.
Una de las palabras extrañas en francés, describe a una persona con un comportamiento extravagante. Apareció en el siglo XVI, probablemente derivado de la palabra "berlue" (que se refiere a un problema de visión) y designa a un personaje algo raro. Además de su toque humorístico, esta palabra es perfecta para los ejercicios de pronunciación que disfrutarás en los cursos estándar de francés.
Esta expresión, que podría tener lugar en una película animada para niños, se usaba para expresar sorpresa o un leve disgusto. Similar a "sapristi", que a su vez deriva de "sacré", esta exclamación pasada de moda del siglo XIX evoca una época en la que incluso el disgusto debía expresarse con elegancia.
Menos usado que el verbo "marmonner", este verbo refleja perfectamente el sonido de alguien que habla de manera poco clara y confusa. Aquellos que comiencen el descubrimiento del francés entenderán que su uso evoca inmediatamente una onomatopeya, como muchas otras palabras en francés.
Derivado del nombre Rocambole, héroe de las novelas por entregas de Ponson du Terrail en el siglo XIX, este adjetivo se utiliza para describir aventuras extraordinarias. Su paso de la literatura popular al lenguaje cotidiano ilustra cómo un personaje de ficción puede enriquecer nuestro vocabulario francés.
Derivado del griego, esta palabra designa un plan astuto para obtener una ventaja. Originalmente utilizado en un contexto militar, se ha ampliado a todas las situaciones cotidianas donde la ingeniosidad permite superar un obstáculo.
Un excelente ejemplo de préstamo lingüístico exitoso. Derivado del quechua "kawchu", lengua indígena de América del Sur, esta palabra designa un material elástico descubierto por exploradores europeos y proveniente del árbol del caucho. Este término representa bien la capacidad del francés para enriquecerse con el contacto de otras culturas.
Este verbo evoca un paseo sin un objetivo específico y describe la actividad del "flâneur", es decir, el caminante que se toma el tiempo de observar su entorno. Más que un simple paseo, "flâner" se ha convertido en un arte de vivir, particularmente asociado con la cultura francesa, que conocerás mejor gracias a los cursos de francés en línea.
Este neologismo, que combina "frappé" y "dingue", describe a una persona con un comportamiento irracional. Su construcción ilustra una vez más la creatividad del idioma francés. Lo escucharás en un campus de verano en Cannes o en conversaciones cotidianas.
Este término coloquial, que recuerda a una palabra para niños, describe un estado de cansancio en el que uno se siente falto de energía y motivación.
Esta expresión apareció en el siglo XVIII para traducir un sentimiento de exasperación total. Los franceses usan esta expresión a menudo, como descubrirás rápidamente si decides aprender francés en Francia.
Derivado de la palabra « corazón », este término va más allá del simple asco físico para incluir también un rechazo moral.
Más que un simple comercio, una quincaillerie representa un lugar de la vida cotidiana.
En el sentido moderno de « tener mucho éxito », ¿cuánto tiempo se necesita para aprender francés en Francia? Con palabras tan expresivas,
el aprendizaje se convierte en un verdadero placer!