En la Provenza, los 13 postres se vinculan de inmediato con las fiestas de Navidad. ¿Pero en qué consiste exactamente esta tradición francesa? De hecho, se trata de trece tipos de postre (frutos secos, dulces, pasteles...) que representan a Cristo con sus doce apóstoles en la última cena. Por lo general, se empieza a degustarlos tras la misa del gallo, y permanecerán sobre la mesa durante tres días (¡la tradición manda!) Sin embargo, dar una idea general no es sencillo, ya que la lista de tipos de postre cambia rápidamente de un lugar a otro.
Estos frutos secos son imprescindibles y simbolizan las órdenes religiosas del mismo nombre. Las nueces representan a los Agustinos, los higos secos a la orden de los Franciscanos, mientras que las pasas y las almendras simbolizan a los Dominicos y a los Carmelitas respectivamente.
Por lo general, después encontramos tres o cuatro frutas que varían en función de la zona: mandarinas (o naranjas), uvas, dátiles (que simbolizan al Cristo), peras, melón de Navidad. Conocido como Verdau, este tipo de melon de color verde oscuro se conserva en paja hasta las fiestas.
En la Provenza, los habitantes disfrutan del turrón blanco de avellana, de pistacho o de piñones, pero tambien turron negro (hecho con miel caramelizada) y turrón rosa. Algunos añaden calissons, un dulce típico de Aix-en-Provence con pasta de almendras o fruta confitada.
Hechos a base de aceite de oliva, huevos y harina, los lugareños lo llaman bomba de aceite. ¡Ojo! No se corta con cuchillo (da mala suerte) sino que hay que romperlo con la mano como si fuera pan. ¿Entendido? Los veteranos suelen añadirle agua de azahar. Por último, en algunas familias se preparan oreillettes. Se trata de pasta finas fritas y con azúcar glass espolvoreado: ¡una delicia! Pues nada más, espero que te con esto te haya entrado el hambre. ¡No tienes más que esperar hasta Navidad!
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