Francia es un país con un gran número de lenguas y dialectos regionales, aunque el francés sigue siendo la única lengua oficial. El artículo 2 de la Constitución de 1958 es claro al respecto: "La lengua de la República es el francés". Pero esto no significa que la Francia actual rechace los modismos locales, ya que la Constitución también afirma que "las lenguas regionales pertenecen al patrimonio de Francia".
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¿Es compatible la existencia de una lengua oficial con la práctica de variantes regionales? ¿Debemos hablar de "patois", "dialectos" o "lenguas" en este contexto?
Incluso los lingüistas discrepan sobre esta cuestión. No intentaremos dar aquí una respuesta definitiva a esta disputa, por lo que nos referiremos a los dialectos como lenguas regionales minoritarias que han surgido a partir de la lengua materna. Un dialecto está asociado a una región geográfica concreta y es practicado por un número limitado de hablantes. La palabra "dialecto" no debe entenderse peyorativamente, ya que un dialecto tiene características propias (gramática, sintaxis, etc.) que eliminan cualquier diferencia estructural con respecto a una lengua. En cuanto a la palabra "patois", se refiere a una variante hablada en una región más bien pequeña y rural.
Las cosas se complican si tenemos en cuenta que el propio francés es un dialecto surgido del latín, su lengua original. A lo largo de la historia, la clase dirigente siempre lo ha utilizado como instrumento al servicio de su ejercicio del poder. El francés era ante todo la lengua del rey y quienes gobernaban el país intentaron durante mucho tiempo impedir que los habitantes utilizaran su lengua regional.... "La forma de expresarse de la parte más sana de la corte". Así definía el uso correcto del francés Vaugelas, famoso gramático y miembro de la Académie Française del siglo XVII.
Pero, ¿cuáles son las lenguas regionales más utilizadas en Francia? El bretón es una lengua celta hablada por casi 250.000 personas especialmente apegadas a sus tradiciones. Es una lengua muy difícil de entender para los no iniciados. Por ejemplo, el hombre se llama "Den" o "Gwaz", la mujer "Plac'h" o "Maouez", "Dour" significa "agua" y el verbo "tener" se traduce por "Kaout". Pero, ¿sabe cuál es la lengua regional más extendida en Francia? El criollo. De hecho, dos millones y medio de personas hablan esta lengua. Trace una línea que pase por Burdeos, Clermont-Ferrand y Grenoble: al norte de esta línea, son las lenguas del Oïl (Frainc-Comtou, valón, picardo, gallo,....) Al sur, es el occitano, con el provenzal, el nissart, el gascón, etc. Pero nuestro francés de las regiones también incluye el corso y el flamenco.
Los lingüistas calculan que en Francia hay unas 75 lenguas regionales. Algunas de ellas, como el occitano, el bretón, el vasco, el corso, el alsaciano o algunas lenguas melanesias como el tahitiano, se enseñan en las escuelas. En Francia, 400.000 alumnos aprenden cada año una lengua regional en las escuelas públicas y concertadas. Es importante que los alumnos puedan estudiar una asignatura en una lengua regional para los exámenes de bachillerato. Si no se amplía y mejora esta enseñanza, veremos desaparecer este patrimonio lingüístico. Para los que aprenden francés como lengua extranjera, es importante conocer las diferentes pronunciaciones para comprender mejor la cultura local. En Antibes, muchos nombres de pueblos terminan en una consonante que hay que pronunciar (BioT, VallauriS, etc.), ¡de lo contrario se corre rápidamente el riesgo de ser considerado un "nordista"!
¿Debemos hablar sin acento? ¿Existe alguna región en la que no haya un acento específico? Probablemente no, porque todas las regiones siguen estando influidas por su lengua regional. En la región de Toulouse, por ejemplo, las vocales finales se pronuncian por influencia del occitano. Todo el mundo conoce la expresión del Sur de Francia y el acento du midi inmortalizado por las obras de Pagnol o el acento ch'ti hecho famoso por la película Bienvenidos al Sch'tis. El acento de Frainc-Comtou, menos conocido, es uno de los más encantadores de Francia. Los habitantes de esta región (que incluye ciudades como Besançon o Belfort) pronuncian la [o] cerrada muy abierta y la [t] al final de la palabra. La [o] de vélo se pronuncia como la [o] de botte y el número vingt se pronuncia vinte.
El acento puede ser discriminatorio en la medida en que la faceta de cantantes y actores de algunas profesiones parece incompatible con las funciones llamadas "serias". Cantantes (Francis Cabrel, Claude Nougaro, Mireille Mathieu y muchos otros), actores (Michel Galabru, Fernandel, Raimu y muchos otros), comentaristas de rugby (Pierre Albaladejo) o columnistas gastronómicos escapan a estos estereotipos persistentes. En cambio, los locutores con marcado acento meridional, alsaciano o corso son menos frecuentes en diversos ámbitos (medios de comunicación, política, etc.). Entre ellos figuran el periodista político Jean-Michel Apathy, el filósofo Michel Serres y el diputado Jean Lassalle.
El lingüicismo (en francés se habla de glotofobia) es una forma de rechazo que discrimina todos los acentos que no corresponden al francés estándar que las élites parisinas habrían canonizado para asegurarse el poder. Falta de educación o seriedad, prejuicios contra la población rural: los acentos regionales son más a menudo víctimas del lenguaje normalizado.
Pero, ¿qué ocurre en los países vecinos? En España la situación es diferente, porque en algunas comunidades autónomas las lenguas distintas del castellano pueden tener carácter oficial. En Francia, el francés sigue siendo la lengua oficial en las autoridades, en los procesos judiciales, en la universidad... Además del castellano, lengua oficial del Estado español, existen lenguas regionales como el gallego (en Galicia), el asturiano (en Asturias), el euskera (en el País Vasco español) y el catalán. Además, existe el madrileño u otros dialectos hablados en Andalucía y las Islas Canarias.
Nuestros vecinos de más allá de los Alpes también utilizan un gran número de lenguas distintas del italiano. De hecho, su número es incalculable, ya que varían según la ciudad e incluso el pueblo. Las más importantes son el siciliano, el sardo, el friulano (Friuli, Véneto), el ladino (Alto Adigio) y el occitano (Piamonte, Liguria, Calabria,...), el napolitano, etc. En el Valle de Aosta se habla incluso francés y en Bolzano, muchos habitantes hablan alemán.
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